Quizá eres afortunado, trabajas cerca de tu empleo y puedes ir caminando o en bicicleta sin mayor problema. Tal vez el transporte público que utilizas es cómodo y eficiente. O a lo mejor nada de eso es cierto pero ya decidiste que nunca, nunca, nunca comprarás un auto, así que has dado vueltas a la idea de vender el cajón de estacionamiento de tu depa.
En las grandes ciudades, especialmente en la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Puebla, donde la escasez de tierra limita los espacios de construcción, la venta de cajones de estacionamiento ha sido una práctica común en los últimos años.
Los precios varían según la ubicación del desarrollo y el entorno. Si es un lugar con muchos estacionamientos públicos o calles con parquímetros, la demanda por estacionamiento es menor que cuando simplemente no hay espacio.
El rango de precios es amplio y según datos de la consultora Tinsa y agentes inmobiliarios, van de los 150,000 pesos en la zona de Tlalpan, a los 380,000 pesos en el rumbo de Polanco, por cajón.
Hay zonas de la CDMX, sobre todo hacia el norte en donde los costos rondan apenas los 50,000 pesos, pues van de acuerdo a los precios de las viviendas y a la demanda de lugar para estacionarse. Sin embargo, la tendencia apunta a que se sigan apreciando.
Sin duda puede ser un negocio bastante lucrativo si, como dueños, no utilizamos ese cajón. Sin embargo, antes de deshacerte de él, debes analizar qué tan conveniente será para ti, más allá de la ganancia económica inmediata, que seguro es muy atractiva.
Recuerda que un departamento sin estacionamiento puede valer a la venta entre 15% y 20% menos que uno similar que sí lo tenga: es decir, la plusvalía anual de tu vivienda será menor y lo lamentarás cuando llegue el momento de venderlo.
También rentarlo resultará más difícil y dará menores ganancias pues el alquiler se tasará más bajo.
¿Y mi bodeguita?
La situación con las mini-bodegas que actualmente algunos desarrolladores venden como áreas privativas complementarias a los departamentos, es igual que la de los cajones de estacionamiento: deben tener su escritura por separado o individualizarse antes de venderlas.
Otra barrera para capitalizar esas propiedades es el comprador potencial, pues lo más adecuado, por seguridad del desarrollo, es que sea alguno de los habitantes y no una persona ajena al desarrollo. Este tipo de temas están estipulados de origen en el reglamento condominal o se tratan en una asamblea general.
Fuente: Metroscubicos